Atardece,
livida luz, serena y dorada.
Cuando el viento bordea las montañas y repasa los versos escritos en las horas pasadas,
cae el día,
huele a tarde, a recuerdos, a desván que guarda palabras, instantes y vida.
Casi hay luz aun, casi oscuridad,
silencio que limita,
convergencia de tiempos contrarios.
Callada, lenta, al unísono de la música del tiempo,
así empieza la nueva noche aún oscura,
así enmudece la luz.
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