Desde cuándo... esta sensación templada y lívida.
De deseo sin desesperación.
De sosiego y calma pero sin tregua.
Es raro, pero mantengo la velocidad constante; eso me tranquiliza.
La quemazón dolorosa de ayer ha dejado paso a una calma extraña,
y empiezo a desgranar por dentro las estrellas que le he robado al universo,
las miro, las escojo, y una a una les doy forma,
juego con ellas y les arrimo calor
para que viertan en mis manos su elixir de luz, esa que tanta falta me hace.
....shhhh....
....silencio.... si guardas silencio oiremos su tintineo...

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