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martes, 6 de agosto de 2013

Epílogo

Palabras cargadas de emociones, de cosquillas en los dedos, de tachaduras en el alma... Aquí terminan. 
Letras que me han quitado más de lo que me han dado, que me han robado mi más preciado tesoro.

Y al pasar las horas clama la noche... se cierran las puertas y se hace el silencio.... y mi dia sigue aquí.

Epílogo


Nuestras palabras hoy han regado de hiel la tierra árida que pedía beber.
Tenía sed, envidiosa del manantial de versos que escribiamos con nuestras miradas, abrazos y caricias,... con nuestras canciones.
Necesitaba que le dieramos de beber aquellas nuestras gotas del rocio que un dia comenzaron a manar en algun rincon durante un mes de febrero, y que humedecía nuestros labios en cada encuentro.
Pero no hemos podido darlo todo; y nos hemos guardado la dulzura del agua que nos daba vida, y hemos regado “aquello que aceptamos por verdad” con hiel, con la amargura intensa que provoca lo que irremediablemente ha de morir.
Ahora ya no oimos los ruegos, ni el crujido al resquebrajarse la sequedad; ya no sentimos el deber de dar lo que nos queremos quedar, lo que hemos creado solo nosotros, aquello que queda guardado en un frasco de cristal, para poder observar su transparencia, el movimiento etéreo de los recuerdos, dulces, encantados, su sonriente sonido, la calidez de sus burbujas, ...

Quedan en el papel cientos de letras, palabras inconexas e ideas esperando a ser convertidas en guiones que plasmen la bella historia de este amor, la de aquella pelicula que nunca vimos.

Palabras cargadas de emociones, de cosquillas en los dedos, de tachaduras en el alma. Aquí terminan. Letras que me han quitado más de lo que me han dado, que me han robado mi más preciado tesoro.

Y al pasar las horas clama la noche... se cierran las puertas y se hace el silencio.... y mi dia sigue aquí.