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martes, 6 de agosto de 2013

Epílogo

Palabras cargadas de emociones, de cosquillas en los dedos, de tachaduras en el alma... Aquí terminan. 
Letras que me han quitado más de lo que me han dado, que me han robado mi más preciado tesoro.

Y al pasar las horas clama la noche... se cierran las puertas y se hace el silencio.... y mi dia sigue aquí.

Epílogo


Nuestras palabras hoy han regado de hiel la tierra árida que pedía beber.
Tenía sed, envidiosa del manantial de versos que escribiamos con nuestras miradas, abrazos y caricias,... con nuestras canciones.
Necesitaba que le dieramos de beber aquellas nuestras gotas del rocio que un dia comenzaron a manar en algun rincon durante un mes de febrero, y que humedecía nuestros labios en cada encuentro.
Pero no hemos podido darlo todo; y nos hemos guardado la dulzura del agua que nos daba vida, y hemos regado “aquello que aceptamos por verdad” con hiel, con la amargura intensa que provoca lo que irremediablemente ha de morir.
Ahora ya no oimos los ruegos, ni el crujido al resquebrajarse la sequedad; ya no sentimos el deber de dar lo que nos queremos quedar, lo que hemos creado solo nosotros, aquello que queda guardado en un frasco de cristal, para poder observar su transparencia, el movimiento etéreo de los recuerdos, dulces, encantados, su sonriente sonido, la calidez de sus burbujas, ...

Quedan en el papel cientos de letras, palabras inconexas e ideas esperando a ser convertidas en guiones que plasmen la bella historia de este amor, la de aquella pelicula que nunca vimos.

Palabras cargadas de emociones, de cosquillas en los dedos, de tachaduras en el alma. Aquí terminan. Letras que me han quitado más de lo que me han dado, que me han robado mi más preciado tesoro.

Y al pasar las horas clama la noche... se cierran las puertas y se hace el silencio.... y mi dia sigue aquí.

miércoles, 22 de mayo de 2013

no hay valor

hoy, en este tiempo leve y pausado,

anoto letras para inquietar el alma  adormecida,
obra maestra para continuar en vela...

Llevo de tí sabor a carnaval, frío en los huesos;
las tardes de incendio sentado en los bordillos, olores de incienso;
el blanco perfecto, siluetas perdidas jugando a perder;
pintadas en los  muros, los bancos vacios y el miedo en el cuerpo.

Rezando por que acabe la primera escena,
para tenerte enfrente, exigencias del guión....
habiendo ensayado mi frase maestra, te miro a los ojos,
y no hay valor
...

Llevo de tí relojes de arena vacíos por dentro;
saltar en las camas, hablar tras los muros, creernos los buenos.
Intacta la duda, sudores de otoño, quebrada inocencia.
Italias sin Roma, panteones sin criptas, parajes desiertos

Rezando por que empiece la segunda escena,
para tenerte enfrente, exigencias del guión
Improvisar... lo siento, me comió la pena.
Te miro a los ojos,
y no hay valor,
...

Llevo de ti,
mi sangre derramada,
mi amor por lo muerto.

lunes, 8 de abril de 2013

otoño en primavera

En el letargo de las noches sumergidas,
olor a madurez, a tiempo y a libertad.
No hay fuertes corrientes que mezclen las letras,
no hay sitio en la luz de las mañanas para el reposo,
no hay miedos,
ni  soplos de sueños,
ni siquiera mana la miel de la fuente infinita;
sólo hay silencio. Calma. Quietud.

martes, 12 de marzo de 2013

tu sonrisa

Que bien me sienta tu sonrisa; hace brecha en mi sombra y convierte una tarde de marzo en la fiesta que abre mi pecho, haciendo bailar a mi corazon inmovil. Gracias por hacer una primavera de esta tarde gris de marzo, con tu sonrisa

lunes, 25 de febrero de 2013

Princesas

(toda mujer debería tener el privilegio, al menos una vez en la vida, de sentirse una princesa).



Sábado 23 de febrero de 2013

Hoy me he sentido tan princesa.... tanto como cada alma perdida en aquel frío lugar;
en silencio levantada, avergonzada la mirada,
como si al hacerlo el mundo se volviera en contra,
por haber permitido mantener esta puerta abierta;
y ni siquiera entender por qué se hace.

Cuánto dolor incomprendido.
Miradas cómplices que no hace falta sazonar con palabras,
unas rodeadas de roja huella de amor mal entendido;
otras doloridas de tanto ocultar miedos insensatos,
otras amargas....
pero sólo respirando este aire contaminado de rabia puede entenderse el por qué de un silencio tan gris.

De repente, en la espera, vuelve absurdamente a las entrañas la tristeza de lo que se pierde, de lo que se amó, haciendo visible el dolor ajeno que, en un momento y por fin, se separa del propio.
Pena de dejar escapar la vida como arena entre los dedos,
como agua.

(....)

...Y despiertas, otra vez.
De nuevo todo se lo traga la voracidad del dragón que domina nuestra almena y convierte los sueños en pesadillas.
Y esta vez viene para acomodarse y formar parte de una vida ya ajada;
contravalor añadido a tanto absurdo sacrificio.

Qué lastima de vida, de sueños, de pasado y de presente;
qué pena de amor, de sonrisas y de días azules no vividos,
qué dolor tan intenso...

Princesas somos. Dulces frutos de árboles de amarga savia
que se sembraron en tierras equívocas, áridas y enfermas.
Extrañas y a la vez cómplices de un juego en el que no sabemos cómo entramos,
asombradas de la corte de la injusticia.

Hoy he visto tan ácida la vida que compartimos,
y me uno sin imaginarlo al dolor de la inconsciencia.

Ahora seremos nosotras quienes luchen y enseñemos nuestra rabia.
Subiremos solas,
pero llevaremos en la cintura la espada que aquí nos dieron para apoyar la valentía,
y recuperar un tesoro: la fe en una vida que hoy germina.

Suerte, princesas... suerte en la batalla

jueves, 14 de febrero de 2013

Entonces














si el tiempo sigue corriendo veloz hacia el encuentro de un destino incierto,
si la nada se cruza una y otra vez entre las pétreas líneas de lo cotidiano,
si los momentos se pierden dando vueltas en la esfera infinita,

entonces....
¿por qué razón ahora no hallo la sinrazón?

miércoles, 23 de enero de 2013

Sal de enero

Sal de enero, aun llevo tu sabor en mi paladar,
sabes a vino y a mar, a luz del amanecer,
a frío en la arena y calor en el pecho.

Pasas latiendo al compás de los minutos de este reloj en blanco,
sellando las imágenes que quedaron en el album del alma.

Hueles a madera, a piedra desgastada y a calles bulliciosas;
hueles a perfume en el abrigo de la piel,
a risas y a noche tibia,
a sorpresa y a tentación.

Enero,
tú que haces que fluyan lágrimas sin penas,
tú que corres a velocidad inversamente proporcional al tiempo,
y hablas con guiones sin palabras,
con sutiles letras ideadas en tus noches sin sueño.

Sólo tú surcas cauces de ríos para hacer fuerte la corriente,
y que lleve la música adonde se comparten los momentos.
Sostienes preguntas sabiendo que no hay respuestas,
e incitas a cerrar los ojos y a cambiar la ley por un beso.

Enero desordenado,
sigues corriendo en ese tren que no para nunca,
el mes con más suerte del calendario

Tienes días de sueños en palacios,
esperando el sonido de caballos que a galope se acerquen triunfantes;
días donde el sol baña la quietud de un alto paisaje,
donde las estrellas y luceros describen dónde soltar las riendas,
dónde perderse e improvisar;

Esencia de enero, sal que guarda recelosas las quietas salinas,
sabes tan dulce, sabes tanto a recuerdos...

lunes, 14 de enero de 2013

Palabras

Cuántas veces hemos encontrado respuestas sin saberlo, con sólo rodear las ideas.
El don de poder dar explicar y dar sentido a los hechos, a los sentimientos, a las ideas y las imágenes; a las historias, a los pensamientos y a las dudas...
y trasmitir todo ello, sacarlo de lo más recóndito, y poderlo compartir.

Siempre menosprecié el valor de las palabras, y hoy me retraigo y recojo el rastro de experiencias vividas, donde han llenado líneas enteras de vivencias que no habría podido inmortalizar de otro modo, pues el alma borra los recuerdos que dañan.
He aprendido que son el telar donde, con los que nos rodean, tejemos a veces los más hermosos tejidos, sedosos y livianos, o finos, con oro y seda, a veces los más ásperos.

Tan poderosas que pueden cortar como afiladas hojas y marcar con cicatrices eternas, o pueden hacer caer grandes torres de sólida piedra... Pueden crear, sanar, liberar energía y dar equilibrio.
Y a la vez tan débiles que pueden ser simples etiquetas imposibles de sentimientos que persisten aunque cambien de etiqueta; tan débiles que puede llevárselas el viento cuando sopla fuerte en nombre del amor, de la amistad o del dolor.

A veces callamos porque creemos que sobran las palabras, sin darnos cuenta que en realidad son la espada invisible para luchar contra los demonios del miedo, la intoleracia o la incomprensión.

Y en cambio, callamos.