...mejor callar

Lo sé, todo el mundo lo sabe.
Lo sabes, porque tantas veces las he callado....
Hay preguntas que no tienen respuesta; se enuncian sin esperar respuesta a cambio,
como el ocaso, como la muerte, como el amor.

Esas preguntas sin respuestas, tan necesarias para ser conscientes de que estan en la consciencia....
Es como un soplo de aire, a veces fresco y otras veces ardiente y voraz, pero siempre aparecen, y quedan ahí, satisfecha y confiada la razón.

¿adónde llegan las cosas infinitas?

¿cómo se puede vivir una vida vacía?

¿quién le dió el poder a la razón para condenar?

¿hasta dónde se prolonga una sensación?

¿cómo saber cuándo llega el momento exacto en el que convergen tiempo, distancia y lugar?

¿por qué las cosas tienen que ser irremediablemente así?


Preguntas que hay que silenciarlas con un silencio, o responderlas con el alma,
Respuestas que son suspiros, canciones, lágrimas, sensaciones o latidos,...
respuestas que quizás estén en otras vidas.

Suena el mar

Suena lento, cíclico y oscuro...
Mar sin calma, eterna energía que trae y lleva sin descanso hitorias de la tierra;
cofre de secretos que calla, que permanecen,
que esperan, que vuelven...

Suena y habla,

música que sólo el alma escucha,

letras que sólo entiende quien ayer las lanzó

y hoy evoca traidas por la insaciable marea.

Suena el mar,

me habla, lento y cíclico,

insistente,

insaciable,

sin dejar morir lo que ayer condené.